Agradezco muchísimo todo lo que Rosa Ramírez me enseña en su "Atelier de fil de fer". Para mi, además de maestra, es ARTISTA, porque conoce la técnica y, sobretodo, está bendecida por ese don llamado CREATIVIDAD, sensibilidad, pasión...
El arte del "fil de fer recuit" es un arte liviano y delicado, como una arquitectura que no ocupa pesadamente un espacio. No cubre ni oculta, es casi como un bonito garabato en la pared: un hilo haciendo un dibujo. ¿Y que hay de más ligero que un hilo? pero como es de hierro, tiene su solidez y necesita también fuerza en los dedos y precisión. Lo que no nos evita de más de un doloroso pinchazo. A pesar de su color viejo y oxidado, ese hilo de hierro se va doblegando, haciendo un dibujo, siguiendo a veces el trazo de nuestra primera idea, pero súbitamente alejándose de ese modelo inicial, para coger formas nuevas. Es el otro hilo, el de nuestra imaginación, salpicado a veces por actos de improvisación que son como chispazos en el cuerpo.
GRACIAS ROSA!!! Espero poder seguir mucho, mucho tiempo aprendiendo a tu lado, tanto como nuestras ganas de crear y de trabajar con este material tan humilde como el fil de fer recuit .
Este es mi segundo perchero, pero más pequeño que el de los vestidos de Marie Antoinette de Tangkou.
Esta cama tiene detalles tan sencillos como un pedacito anudado de tela de rosas, una libélula, una percha, un trozo de seda centenaria improvisando un deshilachado lazo o un corazón bordado con lentejuelas rojas.
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